martes, 17 de febrero de 2009
Globo de agua
Más de eso, menos de lo otro. No lo encuentro porque no lo busco, o no quiere ser hallado, o se perdió en el camino, y sin embargo espero mi turno. Me conformo con azúcar y dos ventiladores: uno de colores dando vueltas en el techo para que el tiempo pase más rápido, el otro aún no existe pero esta ahí. En el mejor de los casos dormiré, más lejos que nunca de la fantasía onírica, pero dormiré; y al despertar, habrá una ardilla esperándome para jugar.
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